jueves, 17 de febrero de 2011

Magistral exposición acerca de Corocoro Cuna del Ch’uta






A pocos días del Carnaval 2011 del 14 hasta el 25 febrero se exponen imágenes inéditas  del Ch'uta  corocoreño en el Palacio de las Artes en la Alcaldía de El Alto, evento organizado por los residentes de Corocoro bajo el auspicio de la Alcaldía.

La exposición esta a cargo del Lic. Ramiro Cusicanqui, uno de los impulsores de Corocoro como verdadera y única Cuna del Ch’uta paceño.

Ver galería de imágenes en flickr

Contactos: chutaboliviano@gmail.com

miércoles, 16 de febrero de 2011

Cuna del Ch´uta Corocoreños promocionan Carnaval de su provincia

• Una exposición es mostrada en el Palacio de las Artes de la Alcaldía quemada hasta el 25 de este mes con el objetivo de mostrar la historia del lugar.

Residentes de Coro Coro, de la provincia Pacajes, comenzaron en la víspera la promoción del Carnaval de dicha población con la exposición de fotografías que demostrarían que la localidad es el lugar de nacimiento del Ch’uta, uno de los principales personajes de las carnestolendas paceñas.

En la oportunidad, el alcalde de Coro Coro, Genaro Tambo, explicó que las fotografías pretenden demostrar que el nacimiento del Ch’uta fue en dicha población y censuró la actitud de otras poblaciones que afirman lo contrario, sin embargo sostuvo que este no debe ser motivo de discusión ya que es mejor unirse y mostrar que el Ch’uta es de los bolivianos.

“Dónde más podemos perdernos si las fotografías son de 1930, que muestran que la verdadera cuna del Ch’uta es Coro Coro, eso a nosotros nos alegra y vayan donde vayan, nosotros estamos demostrando el origen del personaje, pero más allá de cualquier disputa el Ch’uta es de Bolivia”, sostuvo.

Por su parte, el director de Cultura, Luis Carrión, llamó a la reflexión a los ciudadanos que se encuentran en dilema por la situación, señalando que son de estos pleitos que aprovechan otros países para robar la cultura y particularmente las danzas.

“Estas fotografías son evidencia que la danza del Ch’uta ha nacido en esa tierra minera de Coro Coro, pero la colocación o el lugar donde ocupe una cuna puede ser en cualquier parte de Bolivia, la cuna puede ser Caquiaviri, pero el lugar de nacimiento Coro Coro”, manifestó.

Finalmente, Ramiro Cusicanqui, promotor de la exposición y la promoción del origen del Ch’uta, lamentó que se hayan emitido resoluciones que nada tienen que ver con el origen del personaje, sin embargo explicó que con la muestra fotográfica llegarán a todos los lugares posibles para dar a conocer del origen del disfraz y la danza.

“Hemos escuchado que quieren sacar a nivel de Ley del Estado boliviano, espero que los parlamentarios no se equivoquen una vez más porque cuando estaba en la Prefectura el señor Alejandro Zapata se emitió una resolución dando lugar a las aseveraciones de Caquiaviri. Nosotros vamos a trabajar para que se emita una ley que señale que Coro Coro es la verdadera cuna del Ch’uta”, manifestó.

Finalmente, las autoridades invitadas bailaron al compás de un grupo oriundo de Coro Coro que interpretó en la oportunidad cánticos típicos de la fiesta de Carnaval para mostrar un poco más de la cultura de esta tierra.

sábado, 12 de febrero de 2011

Pepinos y ch’utas, dos mundos se unen en los carnavales

La fiesta del Carnaval, pese a todos los cambios ocurridos en el mundo, persiste como una celebración que ha asimilado las transformaciones sociales y ha representado sus vicisitudes. Es lo que sostiene una investigación traducida en el libro 100 años de Carnaval de La Paz. Las identidades del siglo XX, que será presentado en marzo próximo.
Se trata de un proyecto coordinado por Beatriz Rossells, autora de la parte central del estudio del que participan además José Alejandro Peres, autor de la parte dedicada a la política y la fiesta, y Katherine Aparicio, quien siguió los pasos del ch’uta.

La coordinadora ha permitido a La Razón contar con fragmentos del texto que lleva fotografías de distintas épocas, las que no sólo ilustran sino que han servido como fuente de información, según explica Rossells. A continuación, algunos pasajes reveladores.

La fiesta en el tiempo

El Carnaval paceño en la primera mitad del siglo XIX no adoptó aún el modelo europeizado de las siguientes décadas, según las descripciones de Ismael Sotomayor, quien dice que en los carnavales de los “años 1848 y siguientes, constituía lo más interesante el espectáculo de las famosas carreras de jinetes, héroes de la situación (…). Estas carreras consistían en que más de media docena de parejas de jinetes, caballeros en riquísimos corceles con iguales enjaezaduras; disfrazadas las mujeres de odaliscas y los hombres, variadamente, situándose de a dos en fondo en la Alameda” corrían en desenfrenado arranque, mientras la concurrencia masiva del pueblo les arrojaba cartuchos y cascarones, no sin consecuencias muchas veces graves. El trayecto desde la Alameda hasta la plaza Murillo pasaba por calles centrales, a recibir las felicitaciones del presidente y una lluvia de flores, mixtura y confetti. Esta era una diversión temeraria realizada el día martes de Carnaval”.

En cambio, en la primera mitad del siglo XX, “en los bailes y fiestas privadas dominaban los dominós, los pierrots y arlequines, pero la variedad de disfraces era en realidad la que se imponía. En los documentos gráficos que existen de bailes y reuniones de grupos de la élite, figuran caballeros españoles, damas y princesas del siglo XIX y XX, estilos de trajes y sombreros muy diversos, algunos con arreglos florales, caballeros con peluca, pierrots, algún arlequín”.

Aunque las élites determinaban las modalidades del Carnaval en la primera mitad del siglo XX, la población urbana popular participaba también en las comparsas, mientras que la población indígena tenía un día especial para su aparición en espacios alternativos a las calles céntricas que frecuentaban las entradas. En algunos períodos se unificó el desfile. Pero la modalidad de desfiles separados se ha dado en diferentes regímenes bajo diferentes argumentos. En 1945, la “entrada” fue conjunta.

El año de 1948, se podría decir que se trata del final del período del Carnaval de corte europeo o de las élites paceñas por la cantidad de grupos de origen popular y campesino vinculados a diversas agrupaciones, lecheros, productores de los valles y las provincias de La Paz. En realidad, el Carnaval de fines de los 40 tiene otro rostro definidamente popular. De allí vienen las nominaciones tanto de orden geográfico como figurado: Hijos de Andamarca, Huaynuchos, Hijos de Chijipampa, Indios chayanteños, grupos de migrantes residentes en barrios de La Paz: Villa Nuevo Potosí estrellitas, Provincianos de Colquiri, Siempre Corocoreños y también nominaciones de otras etnias o pueblos, que podrían tener también un sentido figurado.

Un momento simbólico se vive en 1953. Víctor Paz Estenssoro, presidente de la República en febrero de 1953, asiste a la fiesta que abre con el Himno Nacional. En medio de las alegres comparsas desfila El Gran Pepino, apostado en su trono y bellamente decorado con flores naturales. Hay seis bandas de instrumentos metálicos, algunas en camiones y otras a pie. así como la Juventud de Coripata con tarkas y zampoñas, y disfrazados incluso de Hitler rodeado de un batallón de pepinos.

Tiempo de redefiniciones

Se ha producido en estas dos últimas décadas del siglo XX y los primeros años del XXI, una redefinición de las categorías del Carnaval paceño al convertir al ch’uta, anteriormente figura marginal, en la pareja de fiestas del pepino. La presentación conjunta de las dos agrupaciones de pepinos y ch’utas constituye una asociación simbólica que busca la cohesión y utiliza el ritual de la fiesta para lograr una transformación social. En ese contexto, para transformar la realidad, “el ritual debe representarse a través de símbolos que actúan en él”. De esa manera, el ritual es efectivo por su capacidad cohesionadora que hace posible el cambio o continuidad del orden o la conducta.

Sobre dos héroes del Carnaval

Pepino • El pueblo paceño se apoderó del pierrot muy temprano y más tarde lo convirtió en pepino. El primer pepino que se encuentra entre las comparsas (...) es de 1908. No conocemos en qué momento preciso de la primera década del siglo XX o (...) del siglo XIX se dio esta innovación, recreación, apropiación y empoderamiento de un personaje carnavalero (...). No se trata de una sustitución inmediata y total, si constatamos que el pierrot continúa teniendo influencia –aunque decreciente– hasta 1930. Pero el pepino inició su desarrollo de manera imparable (...).

De diversas maneras, el pepino rompía las categorías socioculturales, las jerarquías inquebrantables, las dualidades del siglo XIX y el XX del ser rural o urbano, indígena, mestizo o blanco. El pepino abrazó a todos por igual (...). Cómo no querer ser pepino en el sentido positivo de convertirse en alguien popular y querido por la población, si con ello el disfrazado dejaba atrás sus propias tristezas y humillaciones, las restricciones y discriminaciones que por algún lado le tocaban. En efecto, de pepino podía corretear alegremente por las principales calles de la ciudad (...), y por los barrios de fiesta, persiguiendo cholitas y chicas. Incluso se daba licencias machistas no admitidas en la vida cotidiana, como hacer uso de su chorizo como un arma altamente agresiva en el sentido sexual, sin ser condenado por la sociedad. En este sentido, es notorio también el rol de abierta sexualidad que encarna el pepino, como ser masculino, liberado de ataduras morales durante la fiesta.

Ch’uta • Una leyenda afirma que a los ch’utas –por las máscaras– se les atribuye el carácter del espíritu que vela por la cosecha (...). Esta propiedad se perderá en la medida en que el ch’uta se aleja de su origen campesino y se enmarca en la ciudad, aunque aquí la ritualidad continúa ejerciendo su poder de diferentes formas (...). El ch’uta tiene un origen rural, aymara y campesino. Una corriente de recuperación de las tradiciones de los grupos folklóricos ubica el origen de las danzas y figuras de los ch’utas en Corocoro y otra en Caquiaviri. Sin embargo, la investigación de campo llevada a cabo advierte la presencia de ch’utas en diversas zonas de La Paz. Del libro 100 años de Carnaval de La Paz. Las identidades del siglo XX.

El ch´uta, el Pepino y la Chola del Carnaval fueron elegidos

La Paz ya cuenta con sus personajes.

Con un derroche total de alegría, fueron elegidos en la víspera los personajes tradicionales del Carnaval paceño 2011 en un centro de acontecimientos sociales de la zona 14 de septiembre.

El Ch´uta, el Pepino y la Chola paceña fueron escogidos entre 25 participantes quienes bailaron por todo el salón haciendo gala de su arte compartido por todos los asistentes.

Las barras fueron un condimento aparte, cada una de ellas gritaron sin cesar apoyando a sus representantes con globos, pompones y mixtura que sirvieron de aliento para cada uno de los participantes.

La oportunidad sirvió también para que los personajes del Carnaval paceño 2010 se despidan con el último baile como los soberanos.

CH´UTA

El primero en ser elegido en esta oportunidad fue el Ch´uta paceño que será representado en esta gestión por la comparsa “Maquineros” quienes celebraron la elección de su personaje concluyendo el evento con un baile en el lugar.

Con un traje abultado, este personaje danzó sin cesar gritando como es característica del Ch´uta y buscando nuevas cholitas con quienes pasar las carnestolendas de esta gestión.

Este personaje recibió además las llaves de la ciudad de parte del Chuta saliente.

PEPINO

Posteriormente, los organizadores dieron a conocer que el Pepino, representante de la comparsa “Elegantes Ch´utas Choleros de La Paz” fue el mejor en esta oportunidad y representará al personaje más alegre del Carnaval paceño.

El Pepino mostró un traje de color amarillo y blanco caracterizado por un sombrero, chuspa y su chorizo hechos totalmente de aguayo.

Dicho personaje mostró toda su alegría saltando, bailando, gritando y dando giros en el suelo.

CHOLA PACEÑA

Asimismo, Mariel Garay Tarquino, representante de la “Unión Chutas Alegres de Caquiaviri”, fue coronada como la Chola del Carnaval paceño 2011 debido a la simpatía y gala de sus pasos de baile.

“Es para mí un orgullo representar a la localidad de Caquiaviri y ahora al Carnaval paceño porque no existe otra fiesta como esta”, manifestó la ganadora.

El evento contó con la animación del grupo Jumataqui y la banda señores Mayas Amantes del Folklore quienes fueron los encargados de presentar el sonido para el baile de los participantes.

lunes, 7 de febrero de 2011

Bolivia: Corocoro inició histórica exportación de cobre

La Paz, 06 de oct. (Cambio).- La Empresa Minera Corocoro (EMC) inició ayer la exportación de cobre con valor agregado. El primer lote de 300,8 toneladas de cobre catódico, con una pureza de 99,99%, fue embarcado hacia el puerto de Arica, Chile, de donde será enviado al mercado internacional.

Esta primera exportación facturará 2,3 millones de dólares, según un reporte de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), cuyo presidente, Hugo Miranda, arribó hasta los yacimientos cupríferos de Corocoro para realizar el envío formal del producto, que fue cargado en 15 camiones de alto tonelaje.

La compradora del cobre electrolítico es la peruana Cormin SA, del grupo Trafigura.

El contrato de compraventa es por un año. Por lo tanto, esta misma firma adquirirá las 550 toneladas ya estocadas en el yacimiento ubicado en la provincia Pacajes del departamento de La Paz.

En la oportunidad, el presidente de Comibol reprochó la actitud de ciertas personas que “no creían que la minería en Bolivia pudiera dar este gran salto desde la simple extracción de minerales hasta llegar a un producto que, como el cobre catódico, tiene gran demanda en el mercado internacional”.

En Bolivia nunca hubo una planta hidrometalúrgica hasta que el presidente Evo Morales se propuso hacer realidad este sueño. Ahora se cumplió el sueño y Bolivia produce cobre catódico de mayor calidad que el de Chile y Perú, porque tiene mayor pureza, indicó Miranda.

En tanto, el gerente general de la Empresa Minera Corocoro, Germán Elías, consideró el inicio de las exportaciones de cobre catódico como “un gran paso” y que a futuro se presentarán nuevos desafíos en el camino de industrializar los recursos mineros.

El inicio de las exportaciones de cobre catódico se realizó en un ambiente de fiesta, con la participación de las autoridades regionales y originarias, dirigentes del Comité Cívico y el Comando del Regimiento Tarapacá.

La planta instalada en Corocoro tiene una capacidad para procesar diariamente 600 toneladas brutas de cobre, lo que permite “obtener 200 toneladas de cátodos de cobre mensuales, con grado de pureza 99,99 por ciento”, en láminas de un metro cuadrado con un espesor de cinco milímetros.

Fuente FM Bolivia
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